• Koaching

    Problemas en los equipos de trabajo

    Como persona responsable de un equipo, hay que ser consciente de las trampas potenciales que pueden aparecer al liderar un equipo.

    Los problemas más comunes son:

    – Las metas del equipo no están claras o hay conflictos entre ellas.

    – Las personas no trabajan bien juntas

    – Liderar un equipo lleva tiempo.

    Cuando nos decidimos a crear un equipo, no hay que pensar solamente en los beneficios, sino que también hay que barajar algunas de las posibles dificultades con las que nos encontraremos:

    – conflictos entre los miembros del equipo provocados por sentimientos y respuestas humanas.

    – interferencia con la experiencia de un miembro, ya que el proceso del equipo puede acabar disminuyendo la capacidad de un miembro del equipo de producir.

    – el tiempo y la energía destinados a desarrollar una comunidad de equipo.

    – posibilidad de que la toma de decisiones sea lenta.

    – dominación por un grupo o facción dentro del equipo, reduciendo así el valor de la contribución de todo el equipo.

    Como líder, hay que sopesar los aspectos positivos y negativos e intentar restar importancia a estos últimos para garantizar que se consigue una buena productividad de equipo.

  • equipos productivos
    Koaching

    Considerar los beneficios de un equipo

    Un equipo muchas veces puede tener un rendimiento muy superior al de una persona. Cuando los equipos trabajan bien, los resultados pueden ser extremadamente poderosos. La sinergia creada por las diversas actividades de sus miembros, sus experiencias particulares y sus factores de motivación, permiten a los equipos responder antes a los cambios tecnológicos, económicos y de mercado en este mundo cada vez más complejo.

    Un equipo efectivo puede tomar mejores decisiones, puede avanzar con más celeridad y resolver los problemas de un modo mucho más creativo que cualquier grupo de personas con talento que trabajen de forma independiente. Por supuesto, también hay que tener en cuenta que a mucha gente le gusta y disfruta al trabajar en equipo, dando en estos casos lo mejor de sí mismos.

    Por ello, son múltiples los beneficios de formar un equipo de trabajo, por citar algunos de ellos:

    – se consigue un rendimiento mejorado gracias a un conocimiento más amplio y a una experiencia de base.

    – se logra mayor creatividad y una perspectiva más abierta.

    – se alcanza una predisposición a responder a los cambios y a los riesgos.

    – se tiene una responsabilidad compartida de los actos.

    – se consigue un entorno más estimulante y motivador para los miembros de un equipo.

  • Koaching

    Las 4 habitaciones o estados frente a un acontecimiento o cambio

    Es un hecho bastante asumido en el coaching, y en el mundo de los recursos humanos en general, que todos pasamos por 4 fases cuando nos enfrentamos a un acontecimiento en nuestras vidas, ya sea profesional o personal. Atravesamos 4 etapas con más o menos velocidad, pero de un modo inequívoco.

    El sueco Class Janssen sugirió un modelo para pensar las reacciones de las personas ante el cambio. Es como si éstas se desplazaran en un «apartamento de 4 habitaciones», del cual nunca podremos salir, ya que el cambio forma parte del orden natural de les cosas. El perfeccionamiento o le renovación no son posibles sin cambios; y los efectos que en principio consideramos negativos o incómodos llegan entonces a considerarse corno algo inevitable en este proceso.

    Y se llamaron las cuatro conductas ante el Cambio de Claes Janssen, y son las siguientes:

    1- Inspiración – Renovación

    En esta fase disfrutamos realmente con lo que estamos haciendo. Estamos llenos de energía y solamente vemos estímulos a nuestro alrededor. Sabemos lo que tenemos que hacer. Nos esforzamos al máximo en contribuir a la causa, a veces demasiado. Olvidamos fácilmente los límites y vivimos un continuo desarrollo.

    La mayoría de la gente disfruta en esta habitación.

    2- Satisfacción

    El tema está controlado y funciona bien. Es una etapa importante para nuestro éxito y nos sentimos seguros. Pensamos que podemos crear un futuro prometedor desde esta fase. Vivimos un ambiente relajado y las decisiones que tomamos están bien estudiadas y son reales. Debemos cuidar estos temas para que no caigan en la siguiente fase. Son temas que no deberíamos cambiar.

    La mayoría de la gente se siente cómoda en esta habitación.

    3- Negación / Resistencia

    Vivimos una fase de poca energía, que no se suele comentar abiertamente. Evitamos hablar de ellos o pretendemos estar satisfechos con las cosas como están. No somos totalmente honestos, pero en el fondo sabemos que algo va mal.

    La tendencia es echar la culpa a otros y buscar explicaciones de por qué no somos responsables de la situación. Encontramos múltiples excusas para no afrontar el problema. Son temas que necesitamos dejar encima de la mesa y cambiar.

    La mayoría de la gente se siente mal en esta habitación.

    4- Confusión / Caos

    En esta etapa dudamos abiertamente y sentimos frustración. Tenemos opiniones distintas sobre los asuntos que nos ocupan y no está muy claro qué esta bien o qué está mal. Necesitamos claridad para poder hacer distinciones.

    Son temas que mucha gente quiere cambiar, pero que no todos ven como un problema. Es difícil encontrar una solución universal.

    Mucha gente muestra abiertamente su frustración en esta habitación, mientras que otros ocultan su inseguridad intentando parecer completamente seguros.

    La fase 1 se caracteriza porque sentimos una gran energía y tenemos sentimientos muy fuertes. La segunda etapa mantiene el sentimiento positivo, pero disminuye fuertemente el nivel de energía que transmitimos. La fase 3 implica sentimientos negativos y muy poca energía. Por último, la fase 4 conlleva mucha energía y una sensación también negativa.

    Entre cada fase, aparecen «puertas» que nos permiten trasladarnos de una fase a otra. A veces, ese paso se realiza en muy poco tiempo, mientras que en otras ocasiones, ese momento transitorio se alarga.

    En definitiva podemos crear hoteles de negocios

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    Las cualidades de un coach ideal

    Cuando alguien me pregunta que cualidades debe tener el coach ideal, siempre enumero, entre otras, las siguientes actitudes de un coach, que creo son importantes para ejercer nuestra profesión:

    – Tiene paciencia

    – Es imparcial

    – Respalda

    – Sabe escuchar

    – Es consciente de sí mismo y de su entorno.

    – Es atento.

    Algunas personas suelen incluir estas otras:

    – Destreza técnica

    – Conocimiento

    – Experiencia

    – Credibilidad

    – Autoridad

    ¿Hasta qué punto estas cinco últimas cualidades son necesarias? ¿Debe tener un coach conocimiento técnico del campo sobre el que trabaja?

    Sinceramente creo que la respuesta es no. Sin embargo, si no está convencido del potencial de la persona a la que guía y en la importancia de la responsabilidad asumida, entonces pensará que necesita tener experiencia en el tema para ser capaz de entrenar.

    Con esto no quiero decir que la experiencia está de más, sino que no debe abusarse de esta para ocultar otras carencias. El coach ideal debe darse cuenta de que si utiliza su experiencia en exceso, reduce el valor de su entrenamiento y limita la responsabilidad del entrenando.

    El coach no es un maestro, ni un consultor, ni un instructor, ni alguien encargado de resolver un problema, ni siquiera un experto. El buen coach debe ser un ayudante, una caja de resonancia, un consejero, un catalizador de la conciencia.

    Lo ideal podría ser un coach experto que también tuviera un caudal de conocimientos técnicos. Sin embargo, es muy difícil dejar en un segundo plano la experiencia técnica para poder entrenar bien, centrándose en lo realmente importante.

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    Koaching

    Convertir líderes en coaches

    Actualmente, los cambios en las empresas están a la orden del día. Avances tecnológicos, nuevas reglas de mercado, reorganizaciones internas o apertura de nuevos mercados son algunos de los múltiples motivos que implican cambios en el seno de una compañía.

    Para sobreponerse a todos estos nuevos retos, la empresa debe acostumbrarse a vivir en constante renovación a través del tiempo. Y es evidente que si tenemos organizaciones que necesitan vivir en un constante proceso de aprendizaje, debemos contar con ejecutivos flexibles.

    La flexibilidad implica estar preparado para cambiar nuestro comportamiento en un entorno cambiante y eso conlleva dominar aspectos personales como las creencias, valores, actitudes o motivaciones. Por todo ello, el koaching se reconoce en la actualidad como la plataforma básica para conseguir el éxito durante el proceso de cambio en las organizaciones.

    Todos sabemos que la naturaleza humana rechaza el cambio. El coaching puede facilitar el cambio productivo en personas y equipos permitiendo a líderes, gerentes y empleados descubrir su potencial oculto.

    Los líderes que consigan convertirse en coaches podrán:

    – tener una visión más clara de los objetivos y las motivaciones de sus empleados

    – ajustar más el puesto al perfil del empleado para obtener mayor productividad

    – tener más éxito tras un proceso de cambio

    – disminuir el estrés y aumentar la moral

    – tener relaciones más productivas

    – centrarse realmente en las prioridades

    Para retener el talento en las empresas y obtener los mejores resultados es necesario trabajar en un ambiente que fomente el cambio y no lo considere algo traumático. Para ello, tenemos en el coaching nuestro mejor aliado.

  • Koaching

    Mejorar resultados empresariales

    Según un estudio internacional de 1999 (Gallup Institute), la mejora de los resultados empresariales y el desarrollo de los empleados van de la mano.

    Esto requiere un determinado estilo de dirección. Los directivos que trabajan bien, crean un ambiente en el que se presta atención a los empleados y en el que éstos pueden desarrollarse óptimamente y contribuir a los resultados de la empresa. Durante el estudio, Gallup detectó una estrecha

    relación entre los resultados vitales de la empresa y la manera en que los directivos conseguían crear un ambiente laboral atractivo y productivo. Un ambiente así, motiva a las personas y crea un vínculo.

    El estudio concluye que lo que determina la productividad y lealtad de un empleado es la calidad de la relación entre el empleado y su superior directo. Y para mejorar dicha relación, propone una serie de actuaciones que son muy, muy similares a las de un “coach”:

    – Tener expectativas positivas
    – Comunicar dichas expectativas de manera clara y consistente
    – Preocuparse por el empleado como persona
    – Valorar capacidades y habilidades individuales
    – Inspirar confianza
    – Involucrarle en sus propias decisiones
    – Apoyar su crecimiento y desarrollo con feedback

    Se trata de que una organización cree un valor para sus empleados. De la misma manera que una empresa también debe crear un valor para sus clientes. O sea, un valor que los empleados consideren real y distintivo. Dicho valor se basa en:

    – el grado de libertad del que disfruta el empleado,
    – la valoración de los resultados logrados,
    – un ambiente abierto y franco,
    – un clima laboral motivador,
    – un buen equilibrio entre el trabajo y la vida privada.

    Naturalmente una organización no sólo tiene que dar valor a sus empleados sino que, al mismo tiempo, debe pedir a cambio unos resultados claros.

    Resultados que, sobre todo en el caso de la prestación de servicios, se traducen directamente en la satisfacción del cliente, lo que a su vez se traduce en beneficios más altos.