Koaching

El poder del coaching en los deportes

A nivel del deportista o atleta, uno de los objetivos principales es la mejora del «performance«. Alcanzar cada vez mejores niveles de rendimiento, muchas veces se logra a través de aprender y mejorar la técnica, otras veces el crecimiento viene por desarrollar ciertos aspectos de nuestro carácter: responsabilidad, compromiso, integridad, valores, disciplina.

He conocido atletas y deportistas que dominaban la técnica pero que en los momentos de competir eran presos de sus estados de ánimo, y simplemente su rendimiento bajaba.

Nuestros estados de ánimo nos predisponen para la acción. Aprender a trabajar sobre nuestros estados de ánimo puede hacer una diferencia fundamental a la hora de nuestra competencia o partido, de ahí el poder del coaching.

Es común encontrar a deportistas/jugadores que entrenan constantemente su cuerpo y consiguen ciertos resultados en sus carreras, pero generalmente esos resultados no son comparables con los que obtienen los deportistas, jugadores y atletas que entrenan y desarrollan otro tipo de habilidades personales.

Por ejemplo, cuando trabajo con atletas y deportistas lo hago en cinco dominios que a su vez interactúan entre sí: lenguaje, cuerpo, emoción, energía y relacional (sus relaciones con compañeros de equipo, entrenador, competencia, etc.). Los estados emocionales óptimos le permitirán dar lo mejor de sí la mayor cantidad de tiempo y así poder lograr resultados extraordinarios.

A nivel del entrenador o profesor, es necesario desarrollar competencias en comunicación, liderazgo, trabajo en equipo, entre otras. Hay una diferencia muy grande entre trabajar con la gente motivandola que dándole poder para que accione y logre sus objetivos.

El paradigma de Motivación lleva implícito varios conceptos. El deportista o atleta no puede por sí mismo, por eso necesita la motivación del Entrenador (que SI puede). La motivación dura mientras el entrenador lo este motivando. La persona vuelve a caer en estados de ánimo negativos cuando el entrenador no está a su lado. Este proceso es sumamente agotador para el entrenador, y dependiente para la persona.

En el coaching partimos de la base de que la persona puede por sí misma, no hay que motivarla. En algún punto, quizás no esté siendo coherente entre sus deseos y sus acciones, o quizás esté trabada en algunas conversaciones limitantes que no la dejan avanzar. El coach conversa con la persona de cierta manera que es la persona la que desarrolla nuevas competencias, competencias que ya son parte de la persona como nuevos hábitos.

Coach certificado por Asesco | Graduado Social | Master en Recursos Humanos por EADA

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