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    La importancia del coaching en las organizaciones

    Un programa de coaching está especialmente diseñado para ayudar a las personas a potenciar su rendimiento en momentos de cambio corporativo. Se trata de una disciplina que permite aumentar el rendimiento en el trabajo, capacitando a su personal en la proacción en lugar de la administración mientras busca mejorar la calidad de vida y posicionar al individuo en un aprendizaje permanente.

    Particularidades y efectos del Coaching

    El coaching es una herramienta fundamental para el desarrollo de un nuevo paradigma organizacional. Es una metodología orientada a trabajar con individuos para obtener resultados en sus vidas o en sus organizaciones que no pudieron conseguir por sí mismos y están comprometidos a lograr.

    Esta disciplina se basa en el vínculo comprometido y responsable entre dos personas:

    – el coach (el entrenador) y el coachee (el entrenado) –

    en la que ambos operan, esencial pero no excluyentemente, con herramientas conversacionales, es decir, basadas en el diálogo. La finalidad de esta relación es el crecimiento del coachee en un área previamente consensuada, donde el coach funciona como «socio facilitador» del aprendizaje.

    Como primer beneficio, apunta a potenciar el rendimiento en momentos clave de una organización, por ejemplo en situaciones de cambio corporativo. Además, facilita la comprensión y aceptación del cambio, y habilita espacios de aprendizaje que permiten reducir el costo emocional que genera un momento de inestabilidad, ampliando así las posibilidades de acción efectiva.

    La intervención de un coach profesional, en grupos de trabajo o en trabajo personal sobre los directivos, está transformándose rápidamente en una ventaja competitiva de la organización.

    ¿Para qué puede servir el Coaching en una organización?

    – Facilita que las personas se adapten a los cambios de manera eficiente y eficaz.
    – Moviliza los valores centrales y los compromisos del ser humano.
    – Estimula a las personas hacia la producción de resultados sin precedentes.
    – Renueva las relaciones y hace eficaz la comunicación en los sistemas humanos.
    – Predispone a las personas para la colaboración, el trabajo en equipo y la creación de consenso.
    – Destapa la potencialidad de las personas, permitiéndoles alcanzar objetivos que de otra manera son considerados inalcanzables.
    – Permite a la gente encontrar sentido y valor en su función, y trabajar motivada y con responsabilidad.
    – Contribuye a clarificar los objetivos de la organización y planificar estratégicamente las metas.

    Formas de detectar la necesidad del coaching

    Una puede ser a través de herramientas como Feedback 360, Evaluación de Desempeño o Encuesta de Clima laboral. Otra, que el mismo participante, su jefe directo o el departamento de Recursos Humanos soliciten sesiones de coaching.

    En todo el mundo los gerentes comienzan a brindar coaching a su gente. Esto es muy positivo. Pero cuando el coach es externo, tiene la ventaja de una mayor objetividad y de ver la realidad desde otro punto de vista. Además, se preserva de alguna manera a la persona porque le evita la sensación de exposición experimentada cuando este rol lo desempeña su jefe u otro miembro de la misma organización.

    En cuanto a las personas que lo reciben, suelen plantear algunas dudas frecuentes, y en numerosas ocasiones entienden por esta disciplina que se trata de una «especie de terapia». Siempre es conveniente aclarar que en el proceso de coaching se trabaja sobre conductas manifiestas y situaciones actuales. Generalmente, en la primera entrevista se explica el objetivo, la metodología de trabajo y cualquier aspecto de interés para el participante.

    Así, el proceso se inicia con el contexto o encuadre ya establecido. Por lo general, las personas que reciben coaching lo entienden como un acompañamiento a su desarrollo profesional, un entrenamiento especial y un espacio propio para mejorar o potenciar sus habilidades. Es recomendable que el jefe directo se encargue de comunicar al participante los motivos por los que pidió el coaching y cuáles son los resultados esperados al final del proceso.

    Adriana Bonavita
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    Coaching: el arte de crecer

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    En España ocupa gran parte de mi trabajo como asesor, y ciertamente es un campo donde uno siempre debe estar aprendiendo. Salvadas las distancias entre un coaching deportivo y otro relacionado con la empresa, veo ciertos paralelismos.

    1. El coach tiene el olfato para descifrar la personalidad de su coachee, el instinto para detectar su talento y brindarle una oportunidad. Ambos aspectos están muy ligados a su rica experiencia vital. No es casualidad que muchos de los mejores coachees sean personas maduras y versadas en mil batallas.

    2. Perfecta y flexible adecuación al estilo de cada jugador. Si se trata a todos igual, máxima generalizada, se fomenta la estandarización y se torna imposible llegar al misterio de cada persona.

    3. Los coachees no se enrollan demasiado, no sueltan arengas interminables. Suelen ir al grano, con frases cortas y claras. «Bien hecho, así no, más energía, mira los pies, siente la raqueta, escucha tu cuerpo». De este modo proveen a su interlocutor con información completa e instructiva.

    4. Práctica, práctica, práctica, no hay otra alternativa. La excelencia no es un acto puntual, sino un modo de machacarse y probar los límites. Con la repetición viene la confianza, la espontaneidad y la magia. Se trata de sustituir hábitos y maneras viciados por costumbres sanas y productivas.

    5. Relación natural y amable con los frecuentes errores cometidos. Las equivocaciones se aceptan, estudian y corrigen con toda normalidad, confiando que el deseado proceso de aprendizaje desemboque en yerros y contratiempos nuevos, de distinta entidad y naturaleza.

    6. El coach es íntegro y honesto, un tipo de fiar. Sin ser cicatero en el reconocimiento, afronta sin dilación una crítica constructiva, firme y ajustada a una correcta observación de la realidad. Ésta es la última maestra, el resto son distracciones.

    7. Los elogios tienen más que ver con el esfuerzo que con el talento. Aquel se digiere mejor, provoca ilusión y energía adicional para el viaje; éste engorda el ego y dispara expectativas desmedidas e inhibidoras.

    8. A través del deporte elegido se trabajan valores indispensables para la vida. Lo de menos es lo que pase con la raqueta o el balón, incluso hasta el inglés es secundario. Lo más relevante es la familiaridad trabada con el esfuerzo, la paciencia, la voluntad, la disciplina, el compañerismo, la humildad para ganar y perder. Son enseñanzas decisivas para una vida buena y fecunda.

    9. El coach detiene el reloj, para sus manecillas y ata a su alumno al presente. Así va comprendiendo y soltando el pasado e imaginando y trabajando por un futuro prometedor. La fortaleza mental es un factor crucial, y ésta tiene mucho que ver con una inteligencia viva y concentrada en la tarea.

    10. Coaching no es una ciencia sino un arte. Es una conversación entre dos personas. Una pone el énfasis en la pregunta y en la escucha, aderezadas con pequeñas cuñas explicativas, y la otra en la gestión de respuestas. Lo más valioso al proceso ocurre en el espacio emocional entre los dos. En ese lugar se produce el clic ansiado, el eureka soñado. Es entonces cuando el coach se hace prescindible y el discípulo puede volar por si mismo. Verle partir es un momento paradójico, triste y gozoso a la vez. Si no llega, no ha habido coaching.

    Santiago Álvarez de Mon
    Profesor ordinario del IESE

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    Programación NeuroLingüística (PNL), úsala a tu favor

    Mucho hemos oído de la nueva moda de la programación neurolingüística pero en realidad son pocos quienes la conocen a fondo y menos aún quienes la han aplicado en sus vidas.La Programación Neuro Lingüística o PNL, es una disciplina que surgió en los años 70 cuando dos investigadores, el matemático Richard Bandler y el lingüista John Grinder, comenzaron a estudiar las creencias, patrones de pensamiento y conductas que tenían en común las personas que destacaban como comunicadores o líderes, en cuanto a su capacidad de transmitir un mensaje e influir en las personas.Su denominación resume los objetivos básicos de su estudio:

    Programación: los estados internos, las creencias y valores de cada persona, cual es su «modelo del mundo», y los pasos que toman para obtener determinados resultados. La PNL asume que en cierta medida, cada persona puede modificar su programación, no sin esfuerzo.

    Neuro: la forma en que cada persona procesa la información, al privilegiar algunos sentidos sobre otros (vista, oído, tacto,…), o cierto tipo de información sobre otra; los filtros que aplica, cual es su manera de entender el mundo, o dicho de otro modo, de traducir sus vivencias en procesos mentales.

    Lingüística: la forma en que cada persona se expresa, las palabras que utiliza, el significado que tienen para él o ella, cómo influyen en otras personas y en el que las dice. En esto, la PNL, reconoce que la comunicación verbal es apenas una pequeña parte de la comunicación.

    pnl.jpgEn resumen la PNL trata de la forma en que por medio de nuestros sentidos percibimos las experiencias que vivimos del exterior y de cómo las procesamos subjetivamente por medio de nuestro pensamiento. Y de la forma en que estructuramos nuestros pensamientos para lograr nuestros objetivos.

    Cada vez que aparece alguien de éxito parece que una y otra vez han seguido los mismos pasos para conseguirlo ya que no sólo saben perfectamente lo que quieren sino que han trazado los pasos para lograrlo. Son personas organizadas que parece que conocen a la perfección el modo de conseguir sus objetivos, tienen hecho un plan y manejan de un modo admirable todos los recursos con los que cuentan.

    De acuerdo con el Dr. Harry Alder en su libro de PNL existen cuatro pasos indispensables en la consecución de objetivos los cuales son los siguientes:

    1. Definir lo que se quiere

    Todas las personas que han alcanzado el éxito han empezado por trazar un mapa o guía que los llevó al momento en el que se encuentran ahora. Es imposible llegar al éxito por casualidad o por buena suerte. Lo que se debe hacer es un poco de retrospección interna para decidir cuáles son nuestras metas a corto, medio y largo plazo. Hay que reflexionar detenidamente estas metas para que no se contrapongan unas con otras, cosa que resultaría contraproducente y más aún que sean metas reales.

    Muchas veces pensamos que tenemos una meta, pero en realidad en el fondo no es lo que queremos. Definir lo que queremos y tenerlo siempre en mente ayuda a que en el transcurso de los días seamos congruentes con nuestras acciones para lograr dichos objetivos.

    Un ejemplo de esto puede ser. «Quiero un nuevo empleo» Una definición así puede ser vaga, pero si reflexionamos sobre ¿Qué características estoy buscando en ese nuevo empleo? Tal vez mejor remunerado, una posición de mayores retos, físicamente más cerca de mi casa que el empleo actual, con más posibilidades de ascenso, fuera de la ciudad etcétera… Ya estamos siendo más específicos.

    2. Entrar en acción

    El logro de objetivos es el resultado de la planificación para llevarlos a cabo. Hacer una lista de nuestras metas e ir desglosándola en metas más pequeñas es una herramienta muy útil para conseguirlas. Esto aparte de darnos una guía más clara de hacia dónde vamos y en qué punto nos encontramos, ayuda también a no desmoralizarnos cuando vemos que no hemos avanzado o que hemos avanzado muy lentamente. Muchas veces conseguir los objetivos secundarios puede llevar más tiempo del esperado por factores externos a nosotros, sin embargo, el tener estas metas siempre en mente nos ayuda a ver las oportunidades en el momento que aparecen, cosa que de otro modo nos parecerían inadvertidas.

    En el ejemplo anterior la meta final es conseguir un nuevo empleo, y para conseguir ese nuevo empleo que estamos buscando podemos planear nuestra estrategia:

    Paso uno: Redactar un currículum impactante.

    Paso dos: Hacer el currículum en inglés.

    Paso tres: Decidir quiénes van a ser mis referencias.

    Paso cuatro: Averiguar las mejores bolsas de búsqueda de empleo del país, tanto en internet como en Head hunters del interior del país, así como buscar los periódicos más prestigiosos en búsqueda de empleo.

    Paso cinco: Conseguir del directorio telefónico las 200 empresas a las que me gustaría entrar a trabajar y averiguar quién es el encargado de Recursos Humanos.

    Paso Seis: Empezar a mandar currículums tanto a los head hunters, como a las Bolsas de Trabajo en Internet y en Prensa. Mandar por lo menos diez diarios.

    Paso siete: Contactar directamente con las personas de Recursos Humanos de las empresas en las que me interesé. Llamar por lo menos a diez empresas diarias.

    Paso ocho: Practicar por anticipado mi desempeño en las entrevistas y no llegar a improvisar en las mismas.

    3. Aprender a reconocer los resultados de lo que hacemos

    Esta es una manera de comparar la realidad con lo planeado. Muchas veces nos encasillamos tanto en los pasos a seguir que no nos percatamos de que lo que estamos haciendo, no sólo es totalmente diferente a lo que se planeó originalmente sino que no estamos recibiendo los resultados esperados.

    En el caso anterior, podemos ver que algunos de los métodos que estamos utilizando no nos están funcionando bien. Por ejemplo, en determinada bolsa de trabajo por Internet nos están llamando para puestos de niveles mucho más bajos de lo que estamos solicitando. Por otro lado hemos visto que el hecho de comentar con amigos y familiares que estamos en búsqueda de empleo nos ha dado más entrevistas que los otros métodos.

    4. Estar preparado para hacer cambios

    Cuando recibimos retroalimentación negativa del exterior sobre lo que estamos haciendo lo más sensato es hacer los cambios pertinentes para lograr la meta planeada. De nada sirve aferrarnos a nuestro plan inicial si no está funcionando. El hecho de cometer errores o haber planeado mal no debe desmoralizarnos, al contrario, estamos obteniendo experiencia muy valiosa para llegar a los resultados deseados.

    Como mencionamos en el ejemplo anterior. Si un método de búsqueda no nos está funcionando, aunque nos hayan dicho maravillas del mismo, no tenemos porqué seguir utilizándolo. Por otro lado, podemos incorporar en nuestra lista de pasos a seguir hacer el networking (establecer contactos con familiares y amigos) necesario para conseguir la mayor cantidad de entrevistas. Podemos cambiar la búsqueda por Internet, por la nueva acción de establecer contacto con por lo menos cinco conocidos diariamente. Así como reactivar lo máximo nuestra vida social.

    Al llevar a cabo estos pasos, debemos prestarle a cada uno de ellos la atención necesaria y no saltarnos ninguno por sencillo que esto parezca. Tampoco es aconsejable aferrarse a un método en particular, por miedo a experimentar, si éste no nos está dando los resultados deseados. Otra cosa que es totalmente válida es cambiar de meta a la mitad del proceso. No temas echar por la borda el trabajo realizado si ya no está dentro de tus metas. Ejemplo: recibes un ascenso en tu trabajo o te reubican a una posición más favorable. No importa que en el último momento decidas que ya no quieres buscar trabajo.

    Recuerda que tus metas están para satisfacer tus necesidades y no al revés.

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    Coaching para el alto rendimiento

    En la sociedad actual los deportistas de alto rendimiento nacen, y se hacen, mediante métodos de preparación complejos y sofisticados, que dan respuesta a la cada vez mayor exigencia de resultados impactantes.

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    Los atletas de alto rendimiento nacen, porque deben poseer un talento innato con excelentes condiciones físicas e intelectuales de base para la práctica de esa disciplina: capacidad cardiovascular, coordinación y velocidad de respuesta neuromotora y una inteligencia ágil y clara.

    Y se hacen, porque el talento hay que desarrollarlo mediante el aprendizaje y entrenamiento de las habilidades técnicas necesarias para ejecutar correctamente los movimientos propios de la disciplina de que se trate.

    Fundamentados en las habilidades de base, se deben de realizar tácticamente los movimientos y acciones en función de una serie de parámetros, como la condición física y psicológica, el estilo de juego, etc., en relación con los del adversario y/o compañeros, en el caso de disciplinas de equipo.

    Este bagaje técnico-táctico debe estar enmarcado en una estrategia bien enfocada a la obtención de unos objetivos personales y/o de equipo concretos, que debe ser el foco motivador en todo momento.

  • Koaching

    Cuando tiene que dar malas noticias

    Para dar malas noticias y alentar a la gente a realizar los difíciles cambios necesarios para abordar el problema, haga lo siguiente:

    1. Reconozca la seriedad del problema. Use un lenguaje claro, sin eufemismos. Su honestidad enviará el mensaje de que se puede confiar en usted.
    2. Fije un camino hacia un futuro mejor. Describa la meta en términos atrayentes, de modo que su grupo trabaje duro para llegar a ella.
    3. Termine con un llamado a la acción. Usted ha azuzado el entusiasmo de sus empleados, y ellos están listos para empezar. Dígales cuál será el primer paso para avanzar hacia la meta.
  • La acción
    Koaching

    Cual es el secreto de la prosperidad: La acción

    Para obtener éxito en nuestra profesionalización como coaches, y en crear un trabajo próspero con unos ingresos que no solo nos permitan vivir, sino que nos permitan permitirnos muchas cosas que deseamos, solo necesitamos una cosa: tener clientes que nos paguen.

    Como ves, lo he dicho de una manera muy sencilla, y además, enfatizando el «sólo». Como si fuera fácil…. Pero la pregunta sería: ¿es que acaso no lo es? En realidad, tener clientes para uestro negocio de coaching, ¿es difícil? ¿Cuáles son las barreras más frecuentes que se nterponen entre nosotros y esos clientes?

    Te voy a aportar las que para mi son las dos fundamentales, auténticas destructoras de proyectos profesionales maravillosos de coaching:

    – el miedo
    – la inacción

    ¿por qué he resaltado estos temas, y he dejado de lado la crisis, la situación geopolítica, el estado del coaching en el mundo y en tu país en concreto, la competencia, etc, etc? Porque todos estos factores, en realidad, tienen muy poco peso específico, si te enfocas en lo realmente importante:

    – detectar cuales son tus miedos a la hora de dirigirte al mercado, vender y captar clientes, y por supuesto, enfrentarte a ellos, cuestionarlos y trabajarlos
    – Y entrar en acción

    Hay un texto extraído de «los 7 hábitos de la gente Altamente efectiva«, que me parece muy esclarecedor:

    «Uno de mis ensayos favoritos es The Common Denominator of Success, escrito por E. M. Gray. Este autor pasó su vida buscando el denominador que comparten todas las personas de éxito. Encontró que ese denominador común no era el trabajo duro, la buena suerte ni la habilidad para relacionarse, aunque todos esos factores tenían importancia. El factor que parecía trascender a todos los otros materializa la esencia del tercer hábito: empezar por lo primero.

    «La persona de éxito tiene el hábito de hacer las cosas que a quienes fracasan no les gusta hacer», observó. «No necesariamente le gusta hacerlas. Pero su disgusto está subordinado a la fuerza de sus propósitos.»

    En definitiva: si quiero algo, debo tener muy claro que si es realmente mi deseo, voy a poner en marcha todos mis recursos para conseguirlo, independientemente de si me es cómodo o no. Y el tema de la venta, en general, no parece que sea algo cómodo de hacer. Hay muchísimas barreras entre los coaches con respecto a este tema, empezando por la palabra «Venta», o «vender». Pero si entendemos que ésta significa facilitar que otros cubran necesidades y deseos que no tienen cubiertos, y por ello se nos remunere, parece de facto bastante justo, y un clarísimo «ganar ganar».

    Por ello, debemos desmitificar la venta, sus problemas, sus barreras, las objeciones de los clientes, si vamos a tener mercado o no…. Y esto se desmitifica ¡ ENTRANDO EN ACCIÓN, HACIENDO, ACTUANDO!

    ¿qué exigimos a nuestros coachees cuando se hallan en un proceso de coaching? que entren en acción, porque solo la acción genera resultados: los que esperamos, y los que no. Pero en todo caso, siempre hay aprendizaje, que es fundamental para llevar a buen término nuestro proyecto profesional de coaching, y alcanzar esa prosperidad que buscamos. Sin el ensayo y error, no se genera experiencia, y sobre todo, no se genera confianza. Porque la palabra final que nos debe llamar la atención es esta: confianza. La confianza se construye desde el reto, el avance, el atreverse, el actuar. El resto es reflexión, teoría, y en muchísimos casos, la parálisis por el análisis.

    Después de observar en muchos cursos para conseguir clientes con nuestra práctica de coaching, como somos capaces de hablar ilimitádamente de lo dificil, complicado, o imposible, que son algunas cosas relacionadas con vender, incito a entrar en acción, allí mismo, en ese momento.

    Basta de «yo creo que….; es que…..; pienso que….; me parece que…..! porque como bien sabes, son presuposiciones. ¡ No te preocupes, ocúpate!

    Si de verdad quieres ser un profesional del coaching, y tener clientes, estos no van a estar llamando a tu puerta desde el primer día. Y tampoco podemos esperar a que estén todos los semáforos en verde para ponernos en marcha, o avanzar. Con lo que tengas, hazlo ahora, vende, muéstrate, sé visible, dirígete a tus posibles clientes finales, actúa! Y descubrirás, como tantos coaches descubren después de 30 minutos de acción, que los resultados son, cuanto menos, sorprendentes, y en muchos casos, muy efectivos.

    ¿Cuánto dedicas de tu tiempo en tu proyecto de coaching a la labor comercial? Porque en los primeros tiempos (y con los primeros tiempos, me refiero a aquellos donde todavía no cubro mis necesidades con los ingresos provenientes del coaching) hay que dedicar al menos el 60% de tu tiempo a hacer labor comercial directa=acciones para captar clientes directos. Un cliente directo es aquel que te paga directamente, sea tanto cliente de coaching personal, como empresa.

    Si estás por debajo de este porcentaje, y por otra parte no tienes los resultados que te gustaría alcanzar, te invito a que te tomes muy en serio este reto:

    – Dedica el 60% del tiempo de tu proyecto profesional a la labor comercial directa. Esto implica que determines cuantas horas diarias, o semanales van a ser en total.
    – No lo pienses mucho, sencillamente hazlo, si puedes sin expectativas. Así no te cargas con la responsabilidad de conseguir los resultados, y posiblemente lo hagas mucho mejor.
    – Aprende de cada llamada, de cada contacto, de cada visita que hagas.

    Te puedo garantizar que si haces esto, y tienes claro lo que te diferencia y quienes son tus clientes preferentes, es imposible, completamente imposible, que te vaya mal.

    Ya sabes, actúa, actúa, y actúa. Esto es lo que genera resultados. Y luego, me lo cuentas (si te apetece, claro). Y por favor, disfruta de todo ello. Al fin y al cabo, es tu sueño, ¿no?

    José Pedro García Miguel